Centro de Información de la Cistitis
Causas, síntomas, diagnóstico, prevención, riesgos y tratamiento de las infecciones recurrentes de orina
Según datos del Centro de Información de la Cistitis, el 47% de los pacientes que padecen esta patología afirman tener picor o escozor, mientras que el 35% sufre un aumento en el número de micciones. Los síntomas pueden sucederse con una intensidad variable por lo que es recomendable que, ante la aparición del primer signo de infección urinaria, se tomen medidas para mitigar su evolución y el desarrollo de una sintomatología mayor.
Los síntomas más comunes de la cistitis son los siguientes: presión en la parte inferior de la pelvis; dolor o escozor al orinar; auumento del número de micciones; urrgencia por orinar; orinas turbias y de color intenso y en ocasiones sangre en la orina; picor vaginal; dolor al practicar relaciones sexuales; y fiebre.
Las cistitis son recurrentes cuando ocurren tres episodios al año o dos en los últimos seis meses.
La bacteria Escherichia coli (E. coli) es la causante de la mayoría de las infecciones urinarias no complicadas (80%), en especial en la mujer. Presenta unos filamentos, también denominados fimbrias, que les permiten adherirse a las paredes del tracto urinario donde, si los mecanismos de defensa fallan, se adhieren y multiplican.
Existen factores que facilitan la colonización de las vías urinarias por las bacterias y, por tanto, la aparición de infección. Entre estos factores se encuentran: relaciones sexuales (frecuencia, uso de espermicidas y diafragma); nueva pareja sexual; retención urinaria; falta de hidratación, lubricación o de higiene íntima; alteración de la flora vaginal; mantener el bañador mojado después del baño durante mucho tiempo; llevar ropa ajustada; o la administración reciente de antibióticos.
Es posible actuar sobre algunos de los factores de riesgo, lo que contribuiría a dificultar la colonización bacteriana y prevenir nuevos episodios de infección
Es aconsejable que el tratamiento de la cistitis combine medidas farmacológicas e higiénicas que contribuyan a eliminar la infección. El objetivo principal del mismo es el alivio rápido de los síntomas, por ello el tratamiento de primera línea es el antibiótico que permite una resolución más rápida de la sintomatología y la expulsión de las bacterias.
La elección del antibiótico dependerá de su espectro de acción y de la tasa local de resistencias bacterianas al mismo. En los últimos años se ha producido un aumento de la resistencia bacteriana a los antibióticos debido sobre todo a un mal empleo y uso indiscriminado de los mismos. Todo ello puede tener como consecuencia la aparición de episodios de cistitis recurrentes derivados de un tratamiento previo incorrecto.
La cistitis puede tener relación con la práctica de relaciones sexuales. De hecho, según la guía Actualización de la Infección Urinaria en Urología de la Asociación Española de Urología (AEU), en mujeres entre los 15 y los 50 años los principales factores de riesgo son el coito, una nueva pareja sexual en el año previo y el uso de diafragmas o espermicidas, entre otros.
Además, un estudio publicado en la revista Journal of Infection and Chemotherapy, cita entre los principales factores de riesgo de la cistitis la práctica de relaciones sexuales más de cuatro veces al mes, haber tenido relaciones sexuales en el último mes y el uso de anticonceptivos.
La cistitis es causada, en la mayoría de los casos, por la bacteria Escherichia coli (E. coli), que se encuentra en el intestino grueso de forma natural, y que puede alcanzar la vejiga por diversas circunstancias. La problemática de este tipo de infecciones puede ser, además de la sintomatología, su recurrencia, que puede impactar de forma notable en la calidad de vida.
Es recomendable que las personas propensas a sufrir infecciones urinarias lleven a cabo una serie de medidas que contribuyan a reducir los factores de riesgo. Los consejos incluyen adquirir unos hábitos a la hora de orinar, tener una adecuada higiene íntima, tomar líquido abundante y huir de los excitantes, como la cafeína o el alcohol, entre otros. También puede ser de utilidad la administración de extracto de arándano rojo americano que dificulta la adhesión de las bacterias a las paredes del tracto urinario.
En general, los expertos recomiendan instaurar estas medidas como parte del estilo de vida para mantener el aparato urinario en buen estado y, en el caso de las mujeres, asegurar una adecuada flora vaginal que proteja a la mucosa de microorganismos patógenos.
Infecciones urinarias de repetición
Las infecciones urinarias del tracto urinario inferior o cistitis pueden suponer un impacto para la calidad de vida de muchas personas, sobre todo mujeres, ya que puede contribuir a la aparición de diferentes episodios de repetición.
Según el documento de consenso de la Asociación Española de Urología sobre el manejo de infecciones como la cistitis, se considera infección urinaria recurrente en el caso de las mujeres a la presencia de al menos tres episodios de infección no complicada en los últimos 12 meses.
También en aquellos casos en los que se sufran dos episodios en los últimos seis meses. En los varones es el mismo criterio añadiendo que no tengan anormalidades estructurales ni funcionales. En la mayoría de los casos tienen lugar en el tracto urinario inferior y su sintomatología suele ser leve.
Se calcula que casi la mitad de las mujeres padecen un episodio a lo largo de su vida y un 20% de ellas sufrirá varios episodios.
El arándano rojo americano es un fruto perteneciente a la especie botánica Vaccinium macrocarpon que crece de forma espontánea en el este de América del Norte y cuyo extracto es rico en proantocianidinas (PAC).
El efecto preventivo de los arándanos es debido a la capacidad que tienen las proantocianidinas (PAC) de inhibir, de forma dosis-dependiente, la adhesión bacteriana. Así, la ANSES (Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de Alimentación, Medio Ambiente y Trabajo) admite su utilización en los casos de infecciones urinarias recurrentes, especialmente con finalidad preventiva.
La efectividad del extracto de arándano rojo es concentración-dependiente, es decir, a mayor cantidad de proantocianidinas (PAC), mayor capacidad antiadhesiva del extracto de arándano rojo.
Las proantocianidinas (PAC) son compuestos polifenólicos del arándano rojo, conocidos como taninos condensados, que inhiben la capacidad adhesiva de las bacterias causantes de la mayoría de los casos de cistitis, como la Escherichia coli (E. coli), evitando que se adhieran a las paredes del tracto urinario.
Las PAC actúan de tal forma que se fijan a las fimbrias de la bacteria y alteran su configuración de manera que bloquean su capacidad de adhesión.
Por todo ello, se considera que el extracto de arándano rojo americano puede ser una opción eficaz para prevenir los episodios de cistitis de repetición.
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