Principales factores de riesgo de las infecciones urinarias en personas mayores

Principales factores de riesgo de las infecciones urinarias en personas mayores
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Las infecciones del tracto urinario son habituales en el paciente mayor con una prevalencia del 5-30% en las mujeres y del 15-40% en los varones, según se refleja en la Guía de Actualización de la Infección Urinaria en Urología de la Asociación Española de Urología (AEU).

Las formas más comunes de infección son la infección urinaria simple o no complicada, en forma de cistitis, seguida de la infección urinaria asociada al catéter vesical y, en menor frecuencia, la afectación del Tracto Urinario Superior (TUS).

Factores de riesgo de las infecciones urinarias en personas mayores

Los factores de riesgo que pueden influir en el desarrollo de infecciones urinarias en las personas mayores se engloban en tres categorías: generales, locales y sociofamiliares.

Factores de riesgo generales

En primer lugar, con el avance del envejecimiento, fisiológicamente, las personas mayores sufren unas alteraciones del sistema inmune, tanto en las barreras innatas como en la inmunidad celular y humoral, que contribuyen a que tengan un mayor riesgo de padecer infección urinaria.

Además, existen una serie de enfermedades crónicas de base (como la diabetes mellitus, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o la insuficiencia cardíaca) y otras patologías específicas de los mayores (como la demencia, el deterioro cognitivo, la patología renal o prostática) que también pueden condicionar un mayor riesgo de infección urinaria.

Ocurre lo mismo con el consumo de fármacos, como los corticoides o los antibióticos de amplio espectro (estos pueden alterar el balance normal de microorganismos en el cuerpo y facilitar nuevas infecciones por patógenos oportunistas).

Factores de riesgo locales

En cuanto a los factores de riesgo locales, destacan la disminución de la actividad antibacteriana de la secreción prostática, la disminución de estrógenos en la mujer (que disminuye a su vez la colonización por Lactobacillus), así como cambios del pH vaginal.

Por otro lado, se incluyen también las alteraciones anatómicas del Tracto Urinario Inferior (TUI) (en particular, las que producen incontinencia o retención urinaria como la hiperplasia benigna de próstata o el prolapso uterino) y alteraciones funcionales (uso de catéter vesical).

Factores de riesgo sociofamiliares

Por último, los factores sociofamiliares también pueden suponer un mayor riesgo de infección urinaria, como la asistencia de las ancianos a centros de día, la institucionalización en residencias, etc.

Infecciones urinarias en las personas mayores: bacterias responsables

En cuanto a las bacterias responsables de las infecciones urinarias en las personas mayores existen diferencias en función de sus características (comorbilidades, inmunosupresión), su lugar de residencia (domicilio o centro residencial) y en la utilización o no de catéter vesical.

Según se expresa en la guía mencionada de la AEU, en las personas mayores que viven en sus domicilios, la bacteria Escherichia coli (E.coli) representa el 75-80% de las infecciones.

En los casos de hospitalización y utilización del catéter vesical E. coli explicaría el 40-50% de las infecciones urinarias.

Criterios clínicos de la infección urinaria en las personas mayores

Los criterios clínicos de la infección urinaria no están bien definidos en las ancianos y a veces no existe una correlación entre la sospecha clínica y la presencia de infección urinaria. Los síntomas de la cistitis que pueden padecer se clasifican en generales (no específicos) y locales.

Entre los primeros destacan el delirium (estado confusional agudo), decaimiento (deterioro general), anorexia-hiporexia, astenia, apatía, caídas y deterioro funcional. Los síntomas locales son la disuria, polaquiuria, tenesmo vesical, urgencia miccional, urgencia-incontinencia, dolor abdominal y retención urinaria.

Tratamiento de las infecciones urinarias en personas mayores: antibioterapia

Por último, el tratamiento de las infecciones urinarias en ancianos está basado en la antibioterapia adecuada y en una serie de medidas generales, como una correcta hidratación, así como la utilización de analgésicos si fuera preciso para aliviar las molestias asociadas.

En cualquier caso, deberá seleccionarse el antibiótico más adecuado y la dosis a utilizar en función de las características médicas de cada paciente: comorbilidades, deterioro funcional, lugar de residencia, tipo de infección y su localización, entre otras.

En caso de que las personas mayores sufran infecciones urinarias de repetición puede resultar de ayuda para prevenir la aparición de nuevos episodios de cistitis la toma de extracto de arándano rojo americano. Su contenido en proantocianidinas (PAC) permite inhibir la adhesión de la bacteria responsable, la E. coli, a las paredes de la vejiga y, por tanto, impedir la infección.

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Fuente:

Guía clínica sobre las infecciones urológicasAsociación Española de Urología (AEU).

comsalud

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