La cistitis es una infección urinaria muy común que afecta sobre todo a las mujeres. Aunque los síntomas de la cistitis pueden llegar a ser muy molestos, la infección se trata de manera eficaz con antibióticos que erradican la bacteria responsable de la misma. En la mayoría de los casos, la Escherichia coli (E. coli). Es importante realizar un correcto seguimiento del tratamiento para confirmar la curación de la infección y evitar complicaciones o su progresión a otras patologías más graves.
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Una de cada 30 cistitis progresa a pielonefritis
Entre estas complicaciones destaca la infección renal o pielonefritis. Una cistitis no tratada o mal curada podría extender su infección en sentido ascendente hasta los riñones. Cuando esto sucede, empeoran las molestias al orinar, sube la fiebre y se nota un dolor lumbar en la zona de los riñones. Según datos de la Asociación Española de Urología (AEU), alrededor de una de cada 30 cistitis progresa a pielonefritis.
Cistitis en mujeres embarazadas
Respecto a las mujeres embarazadas, con mayor riesgo de base para padecer una infección urinaria, en caso de detectarse bacterias en la orina, aun en ausencia de síntomas (bacteriuria asintomática) deberán ser evaluadas por su médico habitual para que determine el tratamiento antibiótico más adecuado. Por otro lado, durante el embarazo, los elevados niveles de progesterona aumentan el riesgo de que se reduzca el tono muscular de los uréteres y la vejiga, lo que conlleva una mayor probabilidad de reflujo ascendente de la orina hacia los riñones y, por tanto, de desarrollo de una infección renal.
Cistitis en mujeres diabéticas
Otro grupo poblacional que puede presentar complicaciones en la cistitis son las mujeres diabéticas. Además de tener una mayor prevalencia de bacteriuria asintomática, puede existir una afectación basal debido a la enfermedad que favorezca la aparición de complicaciones.
Recurrencia de las infecciones urinarias
En Actualización de la Infección Urinaria en Urología, la AEU calcula que la mitad de las mujeres sufrirá al menos una cistitis durante su vida. De ellas, entre un 20% y un 30% presentará un nuevo episodio en los seis años posteriores al primero. En algunos casos, podrán llegar a padecer infecciones urinarias recurrentes (IUR), lo que implica sufrir de dos a tres episodios por año. Si bien el riesgo de sufrir alguna de estas complicaciones es reducido, en el caso de las mujeres que sufren IUR, la probabilidad de tener alguna complicación es mayor. Por ello, en estas pacientes, se hace aún más necesario realizar un correcto tratamiento y seguimiento de la cistitis.
Importancia del tratamiento y la prevención
Diagnóstico y tratamiento de las cistitis
Una vez diagnosticada una cistitis, el tratamiento consiste en la administración de antibióticos. Es importante seguir la posología indicada por el facultativo, sin interrumpir la toma de la medicación cuando desaparecen los síntomas. Si quedasen bacterias por erradicar en la vejiga, los síntomas podrían reaparecer al cabo de un par de semanas. Esto se conoce como recidiva. Otro motivo por el que pueden reaparecer los síntomas es por la resistencia de las bacterias al antibiótico prescrito. En este caso habría que realizar nuevas pruebas que determinen la cepa causante de la infección y el antibiótico más eficaz para erradicarla.
Además de realizar el tratamiento de forma correcta, conviene seguir pautas de prevención tales como unas medidas de higiene adecuadas. También es recomendable seguir una dieta equilibrada y tomar al menos dos litros de líquidos al día.
Prevención de la cistitis con arándano rojo americano
Una de las formas para prevenir la aparición de infecciones por E. coli en el tracto urinario de forma recurrente puede ser tomar extracto de arándano rojo americano. Este fruto contiene unos compuestos llamados proantocianidinas (PAC) que actúan evitando la adhesión de las bacterias E. coli sobre las células epiteliales de los conductos urinarios y la vejiga permitiendo su eliminación a través de la micción.
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Fuentes:
