Las infecciones del tracto urinario (ITU) figuran entre las patologías infecciosas más prevalentes y constituyen una de las enfermedades del aparato urinario a tener en cuenta. Por ello, cabe distinguir entre las infecciones de orina complicadas y las no complicadas.
En términos generales, una infección urinaria se define por la invasión microbiana que es capaz de sobrepasar los mecanismos de defensa del aparato urinario y producir una serie de alteraciones que no siempre resultan evidentes.
En una infección urinaria se observa la presencia de microorganismos en la orina, lo que se conoce como bacteriuria.
Ahora bien, esta bacteriuria puede presentarse acompañada de síntomas clínicos o, por el contrario, ser asintomática, lo que se observa con mayor frecuencia en las personas mayores y en pacientes sondados.
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Infecciones del tracto urinario / cistitis no complicadas
Las ITU no complicadas se pueden definir, según los sistemas de clasificación más utilizados, como episodios agudos bien esporádicos o bien recurrentes, localizados tanto en las vías bajas (cistitis no complicada) como en las vías superiores (pielonefritis no complicada) que afectan en su mayoría a mujeres no embarazadas, premenopáusicas y mujeres sin anomalías anatómicas y funcionales del tracto urinario, ni comorbilidades que manifiestan tener síntomas de menos de una semana de evolución.
La Escherichia coli (E.coli) es el patógeno responsable del 70-95% de los casos de las ITU no complicadas y puede existir riesgo de afectación renal (pielonefritis). El tratamiento estándar de las ITU no complicadas tiene una duración de tres días.
Dentro de las ITU no complicadas se distingue entre bacteriuria asintomática, sin síntomas, y la cistitis aguda con síntomas de disuria, polaquiuria y urgencia miccional. También se definen como ITU no complicadas el síndrome uretral, la prostatitis y la pielonefritis aguda.
Infecciones del tracto urinario / cistitis complicadas
Por su parte, las ITU complicadas y susceptibles de estudio urológico son aquellas que aparecen en pacientes de riesgo (ej. mujeres embarazadas, niños y varones con obstrucción por patología prostática o instrumentación urológica), y pacientes con una vía urinaria anómala o disfuncional permanentes o con enfermedades inmunocomprometidas, como la diabetes.
Entre las ITU complicadas se encuentran la pielonefritis crónica, la nefritis intersticial bacteriana aguda, el absceso renal y perinéfrico, la pielonefritis enfisematosa, la pielonefritis xantogranulomatosa y la malacoplaquia.
En cuanto a las recurrencias, aunque pueden darse tanto en pacientes con ITU complicadas como no complicadas, lo cierto es que son más comunes en mujeres con ITU no complicadas.
Las ITU recurrentes se caracterizan por presentar 3 o más episodios al año o 2 episodios en los últimos 6 meses.
Según su patogenia se clasifican en reinfecciones o recidivas. Las reinfecciones son aquellas infecciones producidas por un nuevo germen un mes después de haber sufrido una infección.
Las recidivas, sin embargo, son originadas por el mismo microorganismo y se presentan cuando reaparecen los síntomas de la cistitis antes de dos semanas de finalizar un tratamiento como consecuencia de una ITU mal curada.
Cuando se trata de ITU no complicadas o cistitis de repetición, puede ser de ayuda la ingesta de extracto de arándano rojo americano, que actuaría de forma preventiva inhibiendo la adhesión de las bacterias a las paredes del trato urinario.
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